Vender es siempre la parte más difícil de invertir. Si te equivocas en la inversión, deberías vender. Es muy sencillo. Tu única decisión real es si vendes de inmediato porque las cosas están a punto de colapsar o si debes esperar mejores precios. Esto se hace caso por caso.

Muchas veces, uno se cansa de mantener una inversión. Teníamos una tesis de inversión y no ha salido como esperábamos. Al mismo tiempo, nos gusta la gestión, nos gusta el negocio, nos gustan los activos y las cosas van en la dirección correcta, sin embargo, no parece haber el impulso adecuado. ¿Vendemos? Normalmente sí. Hay que dar a una inversión un tiempo razonable, pues nada sucede de la noche a la mañana, pero si nuestra tesis no se desarrolla después de tres años, sigamos adelante.

Las decisiones más difíciles de venta son cuando lo hemos hecho bien, muy bien.  Estas son situaciones en las que las acciones multiplican por 3 o por 5 desde que las compramos. Tenemos enormes ganancias, ¿qué hacemos?, no hay nada malo en tomar beneficios. Sin embargo, la experiencia nos dice que casi siempre nos arrepentiremos de vender una acción que va bien. Siempre se venden las buenas compañías demasiado pronto.

Cuando se trata de empresas más pequeñas o de reciente creación, debemos tirar las métricas de valoración convencionales por la ventana. Las empresas de crecimiento rápido siempre parecen caras en base a las ganancias actuales, también parecen caras en base a las del año siguiente, simplemente parecen caras. Debemos preguntarnos: ¿está la valoración justificada? A menudo lo está. Piénselo de esta manera. Una empresa cotizando a 25 veces sus beneficios no es tan cara si crece un 50% al año. ¿Se puede mantener esa tasa de crecimiento? Si es posible, ganarás el 50% anual si el múltiplo se mantiene constante. Esa es una buena tasa de retorno.

Los equipos de gestión inteligentes pueden utilizar sus acciones de forma inteligente. Pueden emitir más acciones para pagar deuda o cubrir el capital circulante, pueden hacer adquisiciones. Si compras un competidor que tiene 10 veces más ganancias, es acumulativo, incluso antes de sinergias y ahorros de costes. Sólo porque las acciones están caras, no significa que tengamos que vender. A menudo, no deberíamos vender.

Entonces, ¿cuándo vendemos? Vendemos cuando la dirección vende. Si vemos una cantidad considerable de ventas internas, hay que vender. Los de dentro siempre saben lo que está pasando. Tal vez el negocio ya no va tan bien, tal vez acaba de aparecer un nuevo competidor, o quizás sientan que han ganado suficiente dinero y quieren hacer caja. Con un poco de suerte, venden la compañía y así nuestra decisión de venta es más sencilla.

Hay que vender cuando es obvio que el negocio está cambiando; una adquisición que no tiene sentido, un cambio en la estrategia de la compañía o un cambio en la forma de enfocar el negocio. Cuando es obvio que algo va a suceder con el negocio. Por lo general, suele tratarse de un cambio regulatorio en el sector o de un nuevo competidor.

También hay que vender cuando la valoración no tiene sentido, aunque esto es subjetivo. 25 veces los beneficios de este año no es caro si el negocio puede crecer durante mucho tiempo. 50 veces las ganancias esperadas en cinco años no tiene sentido.

Vendamos cuando algo no nos parezca bien, incluso aunque no podamos meter nuestros dedos en la llaga. Usemos nuestra intuición.

No venda sólo porque no sea optimista con la situación economía. Si nuestra empresa es buena, saldrá adelante. No venda si el gráfico pinta mal, debemos invertir a largo plazo. No venda si la compañía es rebajada por algún analista.  Intente no vender. Si nos gustan cómo van las cosas, trate de tener buenos negocios para siempre. Lleva mucho tiempo aprender y entender un negocio y una eternidad conocer y apreciar la gestión. Si vendemos, además, tenemos que pagar impuestos. Trate de encontrar cosas que pueda mantener durante años. Cuando vendemos, debería ser muy obvio la venta tiene sentido. Si no es así, tenga paciencia y disfrute de sus beneficios.

 

Harris Kupperman lleva invirtiendo con éxito en los mercados desde hace más de dos décadas. Es el fundador y CIO de Praetorian Capital, un hedge fund que invierte de acuerdo a las estrategias de las que habla en Adventures in Capitalism. También es el presidente y Director General de Mongolia Growth Group.

 

Fuente / Autor: Adventures in Capitalism / Harris Kupperman

https://adventuresincapitalism.com/2010/03/21/when-to-sell/

Imagen: Investment U

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