Cuando se invierte
en una empresa madura, se invierte en una marca. Estamos invirtiendo en un
negocio. En su mayor parte, a menos que la persona que lo dirige sea un
criminal, no importa mucho quién esté a cargo. Incluso si el CEO renuncia, hay
una gran base de talento para elegir y es poco probable que un cambio en la
gestión cambie mucho la valoración general del negocio.
Cuando se invierte
en empresas más pequeñas o que empiezan, la gestión lo es todo. Realmente
estamos invirtiendo en las esperanzas y sueños de un individuo. En el mejor de
los casos, esperas que un equipo de personas pueda llevar un producto al
siguiente nivel. Se trata de creer en el jinete, no tanto en el caballo.
Hay ciertas cosas
clave en las que pensar cuando analizamos a ese individuo. Lo más importante
que debemos tener en cuenta, es cuánto tiene de la compañía. Queremos un CEO
con mucho en juego. No podemos enfatizar esto lo suficiente. En segundo lugar,
queremos un CEO que crea en sí mismo, que esté ahí porque piensa que las
acciones se van a revalorizar, no por un buen salario. Queremos un CEO que
cobre un salario razonable y que trabaje por el bien del negocio.
Se ven muchos CEOs
con grandes beneficios y bonus. No queremos eso. Lo que queremos es una persona
que vea el panorama general y piense que, en lugar de saquear la empresa, puede
ganar mucho más dinero concentrándose en el crecimiento del negocio y la
valoración de su compañía. Los consejos de administración a menudo otorgan
acciones y opciones restringidas. Queremos ver a un director general que
arriesgue su dinero porque cree en sí mismo, que compra acciones con su propio
dinero y que regularmente compra acciones en el mercado.
La gente suele dejar
rastros. Busque en Google, ¿ha hecho algo ilegal? ¿ha hecho algo
particularmente estúpido en su vida? Lea su biografía. ¿Dónde ha trabajado?
Pregunte. La gente suele recordar a una persona brillante que creció en la
empresa. ¿Ha estado alguna vez en la dirección de una empresa cotizada? Si es
así, normalmente se puede ver lo bueno que ha sido su trayectoria. ¿Tuvo éxito?
Si dirigía una división de alguna otra empresa, ¿cómo le fue a esa división?
Todo esto lleva tiempo y esfuerzo, pero tiene un valor incalculable. Queremos invertir
con alguien que otros admiren y piensen que es un ganador.
No hay un molde
exacto en el que un CEO deba encajar, aunque debe ser muy parecido a lo que hemos
descrito anteriormente. Pero si hay algunas cosas que tienen en común los CEOs
de compañías exitosas.
Para empezar, suelen
ser individuos con éxito en una compañía más grande, o en su negocio anterior.
Tienen entre 40 y 65 años y han estado en el negocio el tiempo suficiente para
haber visto varios ciclos económicos y aprendido de los errores del pasado.
Saben cómo debe actuar una gran empresa y construyen su compañía con los mismos
sistemas internos que una grande. Han elegido trabajar en una empresa nueva o más
pequeña porque creen en el negocio y quieren los beneficios tener parte
importante del accionariado. Por lo general, recortaron su gran salario para irse
y ser su propio jefe. Hay algo especial en alguien que mantiene a una familia y
que está dispuesto a dejar un puesto lucrativo de alta dirección y arriesgarlo
todo porque cree en sí mismo. Normalmente ese tipo de personas son bastante
exitosas.
Una vez que haya
encontrado al CEO adecuado, llámelo. Hable con él. Esto es algo que no podemos hacer
con una gran compañía, como mucho terminamos hablando con alguien del equipo de
relaciones los inversores. Le sorprendería lo abierto y entusiasmado que están
los CEOs de pequeñas para hablar con potenciales accionistas, incluso aunque no
tengan dinero para comprar muchas acciones. Piénselo un segundo. Vive y respira
su trabajo. Es su vida. Su familia está harta de oírle hablar del trabajo, sus
empleados no quieren pasar el rato con el jefe y revivir el trabajo en su
tiempo libre. Si a su director general le gusta su trabajo, probablemente
quiera hablar de él comiendo, cenando, tomando una cerveza, o en cualquier
oportunidad que pueda. Si habla del tiempo, o de golf, nos equivocamos de CEO.
Si habla y habla de lo que está pasando, de lo que está tratando de hacer, de
lo que ve como problemas, entonces al menos vive el trabajo a un nivel muy
alto. Esto es lo que queremos en un CEO, alguien que piense que es un hobby, no
sólo un sueldo.
Se sorprenderá de lo
próximos que pueden llegar a ser algunos CEOs sobre su negocio. Asegúrate de
hacer los deberes antes de perder el tiempo de alguien. Los CEO's aprecian
cuando sabes mucho sobre el negocio, sobre su posición competitiva, realmente
aprecian cuando les dices algo que no saben sobre su negocio o el negocio de su
competidor. Esta es la oportunidad de hacer algunas preguntas difíciles. Los
comunicados de prensa adoran hablar de lo que va bien. Averigüe qué es lo que
va mal. ¿Cuáles son los problemas de la empresa? ¿A qué debería prestar
atención? ¿Qué es lo que mantiene al CEO despierto por la noche? ¿Cómo piensa
en la asignación de capital? Si las acciones están baratas, ¿qué van a hacer al
respecto? Si quieren recomprar acciones, averigüe por qué el CEO piensa que eso
tiene sentido. Tal vez le dirá con sinceridad que las acciones no están
baratas. Si le cuenta una historia sobre la contratación de gente de marketing
para ayudar a empujar las acciones, sus deberes han terminado.
Estas reuniones
pueden ser divertidas. Véalo como un amigo con quien puede compartir apuntes.
Observe el lenguaje corporal del CEO. ¿Cree que está diciendo la verdad?
Desayune con el director financiero a la mañana siguiente. ¿Coinciden las
historias? ¿Ha aprendido algo nuevo? Las pequeñas empresas no tienen abogados y
expertos en relaciones con inversores para entrenarlos. A veces se les escapa
algo. A veces ni siquiera se dan cuenta de que nos están diciendo algo que no
deberían. Hable con los empleados de nivel medio, pregúnteles qué está pasando.
Perciba cómo están las cosas.
No estamos tratando
de averiguar cómo va el trimestre. No queremos saber información no pública.
Estamos tratando de averiguar cuáles son los planes a tres y cinco años, si nos
sentimos cómodos con este equipo de gestión.
Todo esto lleva
tiempo y requiere esfuerzo. Se necesita algo de dinero, pero mejor gastar unos
pocos cientos de euros y volar para reunirse con un CEO, que perder mucho más por
ser perezosos. Confíe en su instinto. Si algo no le huele bien, no invierta.
Hay decenas de miles de compañías en el mundo. Espere hasta que encuentre la
correcta. Perder dinero es mucho peor que perder un ganador. Espere a que todas
las estrellas se alineen, y luego invierta sin temor.
Harris
Kupperman
lleva invirtiendo con éxito en los mercados desde hace más de dos décadas. Es el
fundador y CIO de Praetorian Capital, un hedge fund que invierte de
acuerdo a las estrategias de las que habla en Adventures
in Capitalism.
También es el presidente y Director General de Mongolia Growth Group.
Fuente /
Autor: Adventures in Capitalism / Harris Kupperman
https://adventuresincapitalism.com/2010/03/07/what-to-look-for-in-small-company-management/
Imagen:
Engage Consulting
Deja un comentario
Tu email no será publicado. Los campos requeridos están marcados con **