El mercado de valores no es su amigo. En cambio, el mercado despierta una emoción peligrosa: el miedo. A menudo somos demasiado temerosos para invertir en acciones, o, habiendo dado el paso, nos convencemos de que somos invencibles, que nuestra tolerancia al riesgo es ilimitada. El miedo tampoco es su amigo. Ser un inversor de éxito requiere un equilibrio emocional.

Estas son algunas sugerencias sobre cómo crearlo:

1.      No revise constantemente su cartera.

La próxima vez que vea que el precio de una acción que tiene en cartera subir o bajar, piense en los factores que pueden estar influyendo en ese movimiento. Los precios de las acciones cambian todos los días, pero eso no significa que el valor a largo plazo de la empresa haya cambiado. Los precios pueden moverse por muchas razones, porque las acciones están en manos de diferentes personas con diferentes horizontes temporales.

2.      Ignore los medios de comunicación.

Los medios de comunicación, en especial la televisión, nos anima a pensar en el mercado como un juego. Si les seguimos la corriente, corremos el riesgo de invalidar toda la investigación que hemos hecho mientras nuestro horizonte temporal se reduce de años a minutos.

También tienen el peligro de quitarnos la humildad que tanto se necesita para invertir. Los comentaristas y analistas económicos son incitados a proyectar una imagen de infalibilidad (lo opuesto a la humildad). Nunca vamos a escuchar de ellos las palabras que son la esencia de la inversión: “No lo sé”. Esto es peligroso, porque puede hacer que dejemos de pensar en invertir en términos de probabilidades y nos haga creer que podemos ser un experto en todo.

Si empezamos a creer que el futuro tiene un solo camino, podemos ignorar otros caminos y por lo tanto otros riesgos en la construcción de la cartera. Si nos decimos a nosotros mismos que somos expertos en todas las empresas, entonces nuestro círculo de competencia no tiene límites y el exceso de confianza puede llevarnos a lugares (y a inversiones) en los que no debemos estar.

3.      Sea un inversor, no un trader.

Antes uno solía identificarse con aquellos que proclamaban “Soy un inversor a largo plazo”. Sin embargo, este término se ha transformado para significar, “Soy un inversor de comprar y mantener (nunca vender)”. Además, “inversor a largo plazo” es redundante. Si estamos invirtiendo, no comprando y vendiendo continuamente, entonces nuestro horizonte temporal debería ser de largo plazo. Pero invertir no se trata sólo de un horizonte temporal (la capacidad de aguantar); nuestro proceso analítico a lo largo del tiempo es igualmente importante.

Ser un inversor significa mirar todas las noticias sobre una empresa, ya sean sus resultados y guías trimestrales (sean “geniales” o “decepcionantes”), las subidas o bajadas de recomendación de los analistas, o cualquier titular, en el contexto de una pregunta directa: ¿Cómo afecta esto al valor de la empresa?

Esta perspectiva es liberadora, porque entonces empezamos a procesar el flujo de noticias de forma diferente. Comenzamos a filtrar el ruido del torrente de noticias diarias. Los resultados trimestrales dejan de centrarse en “batir” o “fallar” las estimaciones. Esa simple pregunta, “¿Cómo afecta esto al valor del negocio?”, filtra el 90% del ruido del mercado y nos pone en una sólida base de inversión, sin importar lo volátil que pueda llegar a ser el mercado.

 

Vitaliy Katsenelson, CFA es el CEO de IMA. Vitaliy ha escrito dos libros sobre inversiones, que fueron publicados por John Wiley & Sons. Está trabajando en un tercero (puede leer un capítulo del mismo, titulado "Los 6 mandamientos de la inversión de valor" aquí). Puede leer los artículos de Vitaliy en ContrarianEdge.com. Puede encontrar versiones de audio de sus artículos en investor.fm.

 

Fuente / Autor: Contrarian Edge / Vitaliy Katsenelson

https://contrarianedge.com/these-simple-tips-can-make-you-a-better-investor/

Imagen: Investor Junkie

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