Las empresas
generalmente obtienen sus altos retornos sobre el capital a través de una
ventaja en el lado del consumidor (altos márgenes de beneficio) o en el lado de
la producción (alta rotación de capital). Este es básicamente el quid de la
cuestión del Análisis de DuPont: ROIC = Ganancias/Ventas x Ventas/Capital.
En 1972 Warren
Buffett envió una carta a Chuck Huggins, CEO de See's Candies donde trata de
dar algunos consejos sobre la distribución, comercialización y marketing de sus
chocolates.
Las dos claves que
se extraen de la carta son la preocupación de Buffett por proteger la marca de
caramelos See's Candy y su reconocimiento que la clave para hacerlo era contar
una buena historia sobre el producto
Buffett sabía que la
marca era el principal activo de la empresa y la única razón real de la
atractiva rentabilidad (el negocio generaba mucho dinero y necesitaba que muy
poco volviera a entrar). Este alto retorno sobre capital fue el ingrediente
clave que Chalie Munger usó para convencer a Buffett de que valía la pena pagar
una gran prima sobre el capital tangible del negocio, algo que Buffett era muy
reacio a hacer hasta ese momento.
Cuando Blue Chip
Stamps (subsidiaria de Berkshire Hathaway) compró See's en 1972, la compañía
tenía un margen antes de impuestos del 13,4%. Sólo cinco años después, en 1977,
los márgenes subieron al 20%, y probablemente sean mucho más altos hoy en día.
Hay numerosas razones por las que las compañías pueden lograr consistentemente
altos márgenes sobre sus costes.
Algunos productos
son caros, complejos de sustituir, y críticamente importantes para las
operaciones comerciales de un cliente. A todos los usuarios no les gusta el
software de SAP, pero los tentáculos de la empresa están tan enredados en la
mayoría de los departamentos de finanzas de sus clientes que sería demasiado
perjudicial y costoso cambiar de proveedor.
Ciertas empresas han
construido valiosas redes de dos caras que tienen costes muy bajos por cada
nuevo usuario, lo que permite a las compañías extraer un valor significativo de
esos usuarios directamente (por ejemplo, Visa) o indirectamente (por ejemplo,
Facebook, Google y Tencent no cobran a los usuarios, sino que recaudan ingresos
de alto margen de las empresas que quieren vender algo a esos usuarios).
Otras compañías
tienen un producto que es el único jugador en la ciudad, o un producto que los
clientes no pueden evitar, las llamadas “autopistas de peaje”. Buffett habla de
su amor por las autopistas de peaje, a veces literalmente (el puente Ambassador
de Detroit), pero generalmente en sentido figurado (por ejemplo, los periódicos
de las ciudades de un solo diario).
Por último, a veces
las empresas pueden cobrar precios altos debido a una marca fuerte.
Las marcas fuertes se pueden dividir en dos grandes grupos:
- Empresas que ofrecen un mejor producto o servicio que sus competidores (por ejemplo, Apple).
- Empresas que ofrecen un producto o
servicio de calidad similar a los competidores, pero que son mejores contando
una historia sobre ese producto (por ejemplo, Coca-Cola o Nike).
La mayoría de las
marcas caen en la segunda categoría. Algunas empresas cuentan una historia
efectiva (y la historia lleva entonces a una mejor distribución, mejor
comercialización, mayor reconocimiento del nombre de la marca, etc. lo que
afianza aún más la “historia” en la mente de la gente). Los diamantes de
Tiffany son de alta calidad, pero el precio adicional que obtienen no proviene
de la posesión de piedras de mejor calidad que otros joyeros no pueden igualar.
La prima viene de la historia que cuenta Tiffany: la historia, la reputación,
Audrey Hepburn… De hecho, la compañía ha tenido problemas recientemente, y
parte del remedio elegido ha sido reenfocar su historia contratando a Lady Gaga
y otras celebridades para contarla.
Las zapatillas de
Nike son buenas zapatillas, pero no son muy diferentes de otras marcas que
fabrican sus productos en el sudeste asiático usando la misma tecnología y
materiales. Es cierto que Nike fabrica un buen producto, pero Michael Jordan
seguiría siendo Michael Jordan si Adidas no hubiera dejado que Nike superara su
oferta por contratarlo en 1985 (Nike pagó a Jordan la friolera de 500.000
dólares, seguramente una de las mejores inversiones de la historia de la
empresa).
Una vez más, Nike
hace un gran producto, pero el negocio es un negocio de 35 mil millones de
dólares porque Phil Knight fue el primero que brilló contando una historia
(eventualmente consiguiendo que los atletas transmitieran esa historia al
público).
Ahora bien, no hay
nada de falso en la promoción de su producto (el marketing es parte de la
estrategia empresarial). El marketing efectivo, el logo “swoosh” y el
eslogan “Just Do It” fueron brillantes, y a veces esto es la diferencia
entre las buenas compañías y las compañías mediocres.
Sin embargo, un
negocio que depende de la “historia” es a menudo más probable que sea
vulnerable a los cambios de comportamiento de los consumidores.
See's Candies es un
ejemplo de una de estas empresas que tenía una marca fuerte, pero que requería
una historia que debía ser contada y una imagen que debía mantenerse en la
mente de la gente. Aunque hacía un delicioso chocolate, el chocolate en sí
mismo no era muy diferente de otras alternativas disponibles. Y Buffett lo
sabía. También sabía que See's tenía una marca fuerte, pero que la marca era el
resultado de una imagen y una historia detrás de la imagen, por lo que enfatizó
esto en esa carta de 1972 a Huggins:
“Podríamos ser
capaces de contar una gran historia sobre la pequeña cocina de California que
se ha convertido en una cocina conocida en todo el mundo.”
Incluso habla de
hacer panfletos de marketing que deberían:
“formar la base
de la leyenda que eventualmente queremos que impregne el país. Un folleto así,
junto con un diseño realmente elegante y una publicidad apropiada... podría muy
bien mejorar nuestra imagen...”
La carta incluso
insinúa cierto temor de que la marca pueda erosionarse si, por ejemplo, se
coloca:
“en un mostrador
con otras 25 ofertas de caramelos baratos a granel, y otros productos
corrientes.”
A menos que el
producto se presentara bien, sería sólo otro trozo de chocolate. No hay poder
de fijación de precios y sí márgenes mucho más bajos en el pasillo de los
dulces a granel baratos.
Los comentarios de
Buffett implican que no hay garantía en cuanto a la sostenibilidad de una
marca, y aunque las marcas son muy valiosas, también son muy vulnerables. No parece
que pensara que See's estaba en una situación precaria, pero sabía que el foso
que tenía See's podía evaporarse muy rápidamente en las circunstancias
adecuadas.
Por todo lo que se
ha dicho a lo largo de los años sobre lo sabrosos que son los caramelos de
See’s Candy, parece que Buffett sabía que la marca no venía de hacer un mejor
chocolate, sino de una mejor comercialización de ese chocolate.
Le dice a Huggins
que la forma en que se exhiben los chocolates en las tiendas influye en la “impresión
de nuestra calidad” por parte de los clientes, y que los chocolates “tienen
que ser ofrecidos de una manera que los establezca como algo muy especial”.
Compara a See's
Candy con Coors cuando comercializaron la historia de que su cerveza provenía
de una destileria, aunque “siempre tuvo la sospecha de que el 99% estaba en
la historia y el 1% en la bebida”.
En resumen, Buffett
sabía que el producto debía ser vendido (distribuido, comercializado y
presentado bien). El chocolate de See’s Candy sabía muy bien, pero eso no era
suficiente para diferenciarse de los competidores. Los consumidores tenían que
asociar See's con alguna “leyenda”, o alguna cocina sagrada en California que
diera el sentido a la historia.
Buffett pensó que su
inversión se ganaría o perdería en base a la efectividad de este esfuerzo de
marketing.
Como decíamos al
comienzo, las empresas obtienen altos retornos sobre el capital gracias a una
ventaja en el lado del consumidor (altos márgenes de beneficio) o en el lado de
la producción (alta rotación de capital).
La gran rentabilidad
de See’s Candy se deriva de la primera.
John
Huber
es Managing Partner y gestor de Saber
Capital Management, LLC
que gestiona el Saber Investment Fund, LP, una sociedad de inversión que sigue
el modelo de la sociedade original de Warren Buffett, lo que significa que el
fondo no tiene gastos de gestión y sólo cobra una comisión de éxito sobre los
beneficios que superen un mínimo de capitalización del 6%. John Huber y su
familia tienen la gran mayoría de su propio patrimonio neto invertido junto con
los inversores de Saber.
Fuente / Autor:
Saber Capital Management / John Huber
http://sabercapitalmgt.com/buffett-1972-letter-to-sees-candies/
Imagen:
3nions
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