Para un inversor activo, invertir en otros fondos activos puede ser inusual. La gran pregunta es, ¿por qué debo pagar comisiones de gestión a alguien que hace las mismas cosas que yo disfruto haciendo?

 Trataremos de racionalizar la decisión con criterios clave para confiar nuestro dinero, duramente ganado, a otra persona.

Curiosamente, esos criterios no son tan diferentes de invertir en una acción, pero veámoslos uno por uno:

1. El gestor tiene que ser digno de confianza.

Esto suena más sencillo de lo que es. Para saber si alguien es digno de confianza, o bien conoces a alguien muy bien o hay un largo historial de esta persona que demuestre que siempre actuará "de buena fe". En una gestora de activos estándar, esto no puede darse por sentado. En muchas grandes gestoras, el objetivo principal no es el rendimiento, sino los honorarios de gestión y no el rendimiento del dinero invertido.

Uno de los peores casos sería que invirtiéramos en alguien que sabemos está actuando "al límite del reglamento" en algún aspecto y esperar que, aún así, no haya problemas con nuestro dinero. Con Bernie Madoff, por ejemplo, mucha gente pensó que estaba haciendo dinero fácil en su hedge fund haciendo front running (comprar o vender antes que los fondos) y scalping (arbitraje de pequeñas diferencias de precios creado por el diferencial de oferta y demanda) a sus clientes y muchos no tenían problema. Si lo hace en otros campos ¿cómo sabes que nunca hará lo mismo dentro de sus vehículos de inversión? En este aspecto no se puede ceder lo más mínimo.

 2. El gestor debe tener la mayor parte, o incluso mejor, todo su dinero en el fondo.

Esto es algo especialmente importante si hay una comisión de éxito en la estructura de honorarios. Una comisión de rendimiento es esencialmente una opción y el valor de cualquier opción aumenta con la volatilidad. Sin embargo, si un gestor de cartera ha invertido todo su dinero en el fondo, se lo pensará dos veces antes de maximizar sólo el valor de la opción.

 3. El gestor tiene un conjunto de habilidades diferentes a las suyas o simplemente mejores habilidades o acceso a diferentes activos y el proceso de inversión es transparente.

Suena bastante obvio, pero aún así, vale la pena pensarlo. Si invertimos en una estrategia de inversión, sólo tiene sentido si estamos seguros de que el gestor tiene habilidades que nosotros no tenemos. Podría tratarse de un método o una estrategia de inversión determinada o de acceso a mercados/activos que no tenemos como inversores privados. En cualquier caso, esto requiere que el gestor sea transparente en cuanto a lo que hace para que un inversor entienda su proceso de inversión. Las cartas de los gestores de los fondos, o incluso mejor, sus "manuales" son una gran ventaja en este apartado.

 4. El gestor debe seguir "hambriento".

La clásica historia de la gestión de inversiones es así: el gestor comienza con un pequeño fondo, tiene grandes ganancias, y nadie está interesado al principio. Después de 3-5 años de grandes retornos, el fondo entra en el radar de los grandes inversores y crece rápidamente. El rendimiento cae, ya que el estilo de inversión no puede ser fácilmente escalado y/o el gestor se preocupa más por su colección de Ferraris. En cualquier caso, es más interesante invertir en la fase temprana que en la fase posterior a pesar de una comisión potencialmente más alta.

 5. El gestor del fondo no sólo está por el dinero.

Esto suena extraño al principio, ¿por qué no debería un gestor estar en el negocio por el dinero? Lo que queremos decir es que hay mucha gente en el negocio de la gestión de inversiones lo ven como la manera más rápida de hacer mucho dinero. En mi nuestra experiencia, esas personas generalmente no son buenos gestores a largo plazo. Los realmente buenos son aquellos a los que de verdad les gusta lo que están haciendo y lo hacen porque es su pasión. Van a ir siempre más allá y leerán los informes anuales los fines de semana y en sus vacaciones porque no lo consideran un trabajo.

 6. El vehículo de inversión debe tener una estructura "justa".

Como inversor individual, deberíamos tener por ejemplo problemas con una estructura en la que pagamos por adelantado comisiones o gastos de custodia que un inversor institucional no pagaría. Además, si planeamos invertir a largo plazo, no querríamos invertir en una estructura en la que otros inversores puedan perjudicar mis ganancias ya sea poniendo mucho dinero a diario o retirando sus inversiones en cualquier momento. Como inversor a largo plazo, necesitaríamos estar seguros de que también los demás están a largo plazo y que ningún "dinero caliente" puede perturbar el éxito de la inversión.

También tiene mucho sentido mirar el resto de inversores, es una ventaja que el resto de inversores son conocidos y fiables.

 Esos son seis criterios importantes para confiar nuestro dinero a otra persona. Por supuesto, esto no es una garantía de que la inversión vaya a tener un buen rendimiento, pero al menos el riesgo a la baja se limita hasta cierto punto si se cumplen todos los criterios.

 

Fuente: Value and Opportunity

https://valueandopportunity.com/2015/04/09/performance-review-march-2015-comment-should-an-active-investor-give-money-to-a-money-manager/

Imagen: Geojit

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