Ser un gran inversor requiere más que tener una sólida comprensión de los fundamentos de la valoración de empresas. Ser un buen inversor también requiere entender las fuerzas que llevan a otros (y a nosotros mismos) a tomar decisiones irracionales.

El socio de Warren Buffett, Charlie Munger, ha hablado de esto en muchas ocasiones, más notablemente en un discurso en 1994 en la Universidad del Sur de California (USC) titulado "La psicología del error humano de juicio".

Siguiendo los pasos de Munger, analizaremos dos sesgos cognitivos que los inversores deben tener en cuenta.

El sesgo de anclaje se refiere al fenómeno en el que un individuo se vuelve excesivamente dependiente de la primera información que escucha sobre un tema. Esto puede verse en las tiendas, donde comprar un par de zapatos de 100 euros que han sido rebajados en un 25% a 75 euros se siente como un mejor negocio que una situación en la que esos mismos zapatos tienen un precio de 75 euros para empezar. En ambos casos, el artículo es el mismo, así como la cantidad pagada, pero innumerables estudios han demostrado que es mucho más probable que los clientes hagan la compra cuando el artículo ha sido rebajado. El dato inicial, es decir, el precio de 100 euros, es el "ancla": proporciona el contexto para analizar el resto de la transacción.

Los sesgos de anclaje se producen en la inversión todo el tiempo. El hecho de saber que una acción está cotizando a su mínimo histórico no nos dice necesariamente nada sobre su valoración. Tal vez sus fundamentos se han deteriorado hasta el punto de justificar un precio tan bajo de la acción. Pero el simple hecho de saber que "nunca ha estado tan baja en veinte años" hace que los inversores sean más propensos a comprar una acción. Este es exactamente el tipo de pensamiento peligroso del que los inversores deben tener cuidado.

Desafortunadamente, el pensamiento peligroso es a menudo difícil de detectar en uno mismo. La razón de esto es el segundo sesgo cognitivo que queríamos discutir, el sesgo del punto ciego. ¿Por qué la gente es tan buena señalando los defectos de los demás, y sin embargo no pueden corregir sus propios defectos? La respuesta simple es que son ciegos a sus propios defectos. Esto se aplica tanto en la vida como en las inversiones.

Es bastante fácil criticar el proceso de inversión de alguien y explicar por qué se equivocan. Es mucho más difícil hacer una autocrítica, después de todo, la gente generalmente trata de no cometer errores, por lo que cualquier fallo que tengamos tiende a ocultarse bastante bien de nosotros mismos.

¿Cómo superamos este sesgo del punto ciego? La forma más fácil de hacerlo es pedir que un compañero o colega destroce nuestra tesis de inversión y trate de encontrar tantos agujeros en ella como sea posible. El truco aquí es que tiene que escuchar sus ideas. Al hacer este ejercicio, probablemente expondrá posibles defectos en su pensamiento que ni siquiera sabía que existían, haciéndole un mejor inversor.

 

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Stepan Lavrouk es un escritor financiero con experiencia en análisis de valores y trading macro. Sus intereses específicos de inversión incluyen la energía, el análisis geoeconómico y la biotecnología. Tiene una licenciatura en ciencias del Trinity College de Dublín.

 

Fuente / Autor: GuruFocus / Stepan Lavrouk

https://www.gurufocus.com/news/1189606/cognitive-biases-that-can-wreck-your-investment-process

Imagen: Inside Higher Ed

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