Llego tarde, pero por fin he podido leer la autobiografía de Andre Agassi.

En ella cuenta cómo fue ganar por fin su primer torneo de Grand Slam en Wimbledon. La percepción que todo el mundo tenía de Agassi cambió de artista del estrangulamiento a auténtico jugador.

Ganar, sin embargo, no cambió su percepción de sí mismo:

"Pero no siento que Wimbledon me haya cambiado. De hecho, me siento como si me hubieran revelado un pequeño y sucio secreto: ganar no cambia nada. Ahora que he ganado un Slam, sé algo que muy pocas personas en el mundo pueden saber. Una victoria no sienta tan bien como una derrota sienta mal, y la sensación buena no dura tanto como la mala. Ni por asomo."

Este secreto es cierto en el deporte y en muchas otras facetas de la vida.

He hablado muchas veces con mi hija mayor sobre esta lección. Desde hace un par de años, se ha convertido en una fan rabiosa del deporte.

Cada vez que sus equipos pierden es mucho más doloroso que las buenas sensaciones que tiene cuando sus equipos ganan.

Todo el mundo conoce este sentimiento. Es la naturaleza humana.

No me había dado cuenta de que esta cualidad inherente al ser humano tenía un nombre hasta que empecé a leer la obra de Daniel Kahneman.

Kahneman falleció recientemente. Su comprensión de la condición humana no tenía parangón.

Jason Zweig escribió un conmovedor homenaje a Kahneman que recoge la importancia de sus ideas sobre cómo nos afectan las pérdidas:

"No, dijo Danny, el dinero perdido no es lo mismo que el dinero ganado. Las pérdidas son más del doble de dolorosas que las ganancias. Preguntó a los asistentes a la conferencia: Si pierdes 100 dólares al lanzar una moneda al aire si sale cruz, ¿cuánto tendrías que ganar si sale cara para aceptar la apuesta? La mayoría respondió que 200 dólares o más."

La aversión a las pérdidas de Kahneman es quizá el concepto monetario más importante de todos. Las pérdidas afectan a sus emociones monetarias de muchas maneras.

Las pérdidas pueden causar pánico en los mercados.

Las pérdidas pueden cambiar su percepción del riesgo.

Las pérdidas en el presente pueden afectar a su postura de inversión en el futuro.

El miedo a las pérdidas puede llevar a los inversores a crear asignaciones de cartera subóptimas.

Las pérdidas pueden obligar a los inversores a aferrarse a posiciones perdedoras porque no venderán hasta alcanzar el punto de equilibrio.

La inflación es una pérdida de poder adquisitivo, lo que explica por qué es un tema tan cargado emocionalmente.

Las pérdidas son tan dolorosas que uno puede revivirlas mientras duerme.

La capacidad de afrontar las pérdidas es lo que diferencia a los inversores de éxito de los que no lo son. Tendrá problemas si las pérdidas le hacen reaccionar de forma exagerada o cometer grandes errores en los peores momentos.

No puedes triunfar en el mercado de valores si no tienes la capacidad de afrontar las pérdidas en ocasiones. No puedo garantizar la rentabilidad futura de la bolsa. Lo que sí puedo garantizar es que en algún momento habrá pérdidas que te harán temblar los dientes.

Quizá la forma más importante de afrontar este sesgo sea reconocer cómo la aversión a la pérdida puede influir en tus sentimientos y reacciones.

Tras retirarse de la televisión, David Letterman habló de lo que suponía competir con otros presentadores durante toda su carrera:

"Creo que me pasa algo", dijo, bromeando a medias. "Es un defecto de carácter o un trastorno de la personalidad. Es una cosa o la otra. No tengo noticias del laboratorio."

Más serio, añadió: "Quizá la vida sea el camino más difícil, no lo sé. Cuando la serie era genial, nunca era tan agradable como la miseria de que la serie fuera mala. ¿Es esa la naturaleza humana?"

Sí, Dave, es la naturaleza humana.

Todo el mundo tiene su propio defecto de carácter o trastorno de personalidad cuando se trata de emociones relacionadas con el dinero.

Gestionar esas emociones es incluso más importante que cómo gestionas tu cartera.


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Considere este y otros artículos como marcos de aprendizaje y reflexión, no son recomendaciones de inversión. Si este artículo despierta su interés en el activo, el país, la compañía o el sector que hemos mencionado, debería ser el principio, no el final, de su análisis.

Lea los informes sectoriales, los informes anuales de las compañías, hable con la dirección, construya sus modelos, reafirme sus propias conclusiones, ponga a prueba nuestras suposiciones y forme las suyas propias. 

Por favor, haga su propio análisis.


Ben Carlson, CFA es Director de Gestión de Activos Institucionales de Ritholtz Wealth Management. Autor de los libros A Wealth of Common Sense: Why Simplicity Trumps Complexity in Any Investment Plan y Organizational Alpha: How to Add Value in Institutional Asset Management, en 2017, fue nombrado en la lista de asesores financieros de Investment News 40 Under 40. En A Wealth of Common Sense trata de explicar las complejidades de los diversos aspectos de las finanzas de manera que todo el mundo pueda entenderlos.


Fuente / Autor: A Wealth of Common Sense / Ben Carlson

https://awealthofcommonsense.com/2024/03/the-most-important-concept-in-finance/

Imagen: Financial Plan

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