Me alegro de haberme casado antes de que aparecieran las aplicaciones de citas en línea. Es un juego totalmente nuevo. Uno pensaría que la posibilidad de emparejarse con gente a través de varias aplicaciones de citas facilitaría las cosas a la hora de encontrar pareja. Para algunos sí, pero para otros la sobrecarga de opciones hace que todo sea más estresante. 

Un estudio realizado en Canadá con usuarios de Internet puso a prueba la idea de que el uso de las aplicaciones mejoraría la eficacia de las citas. En lugar de eso, los investigadores descubrieron que la gente pasaba mucho más tiempo en las aplicaciones buscando posibles parejas. Con cientos de opciones diferentes que filtrar (edad, altura, intereses, etc.), se producía una parálisis por análisis que abrumaba a los usuarios y les hacía dudar de las decisiones que tomaban. 

Y las personas que sí encontraban muchas coincidencias eran menos propensas a hacer muchas selecciones porque estaban menos satisfechas de unas expectativas desmesuradas. Con tantos perfiles entre los que elegir, la gente tendía a centrarse en los rasgos más superficiales, lo que significaba que se comprometían menos con las personas con las que se emparejaban.

Por eso muchas de las relaciones que se forman en las aplicaciones de citas son de corta duración. 

Esta paradoja de la elección también existe en el sector de la gestión de inversiones, y solo va a empeorar. 

Nunca ha habido un mejor momento para ser inversor particular que ahora. Cada día alcanzamos nuevos máximos históricos: comisiones más bajas, más opciones de inversión, mejores interfaces de usuario, mayor disponibilidad de datos, tecnología que permite automatizar las buenas decisiones, etc. 

A partir de ahora, todo irá a mejor. 

Nuevos ETFs están saliendo al mercado de forma regular para estrategias que emplean ingresos basados en opciones, productos estructurados de resultados definidos, renta variable long-short, apalancamiento, inversos, temáticos, cripto y más. Esta tendencia continuará. 

La personalización es otra de las grandes tendencias de esta década, con el auge de las plataformas de indexación directa que permiten una mayor captación de pérdidas fiscales y una gestión de posiciones concentrada. La capacidad de personalización no hará sino crecer en los próximos años y los asesores y las plataformas de inversión ofrecerán más herramientas para la eficiencia fiscal, la asignación de carteras, los préstamos de margen y mucho más. 

También tenemos el capital riesgo que llega a los planes de pensiones, los fondos de crédito privados que aparecen como nuevos álbumes de Zach Bryan, la tokenización de empresas privadas por Robinhood y estos ETF de una sola acción que le permiten utilizar el apalancamiento o vender opciones sobre una empresa de su elección. Además, tienes apuestas deportivas en línea, la posibilidad de hacer apuestas sobre eventos actuales y negociar acciones las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

La inteligencia artificial va a potenciar estas tendencias. 

En un futuro no muy lejano, podrá escribir casi cualquier estrategia en un indicador de inteligencia artificial, que le escupirá un backtest y le ofrecerá realizar las operaciones en su nombre. 

Inversor: Me gustaría comprar el S&P 500 ex-Mag 7 con una asignación del 14% a Bitcoin los jueves por la noche y vender Tesla cada vez que Elon tuitee algo político. 

AI: Hecho, ¿quieres que lo ejecute por ti? 

Para ciertos inversores, estas estrategias y herramientas van a ser increíbles. Van a hacer la vida más fácil tanto a los asesores como a los inversores DIY. 

Pero es un arma de doble filo. 

Al igual que las aplicaciones de citas, la paradoja de la elección va a ser paralizante para algunos inversores. La tentación de hacer cambios en sus estrategias cuando no están funcionando va a ser enorme. 

Cada día podrás encontrar un nuevo backtest de tu modelo de IA favorito que te parecerá la solución óptima... hasta que deje de funcionar y te pongas a buscar otra solución. 

La capacidad de personalizar, cubrir, cosechar pérdidas fiscales, emplear apalancamiento, invertir en mercados privados y mucho más son opciones nuevas y emocionantes para los inversores particulares. Pero este nuevo mundo va a requerir más filtros, barandillas y pensamiento crítico a la hora de crear las asignaciones de su cartera.

Lo perfecto va a ser enemigo de lo bueno para muchos inversores en los próximos años. 

Va a ser más importante que nunca definir lo que se tiene, por qué se tiene y, lo que es más importante, lo que no se va a tener. 

La personalización con limitaciones será el camino a seguir.


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Considere este y otros artículos como marcos de aprendizaje y reflexión, no son recomendaciones de inversión. Si este artículo despierta su interés en el activo, el país, la compañía o el sector que hemos mencionado, debería ser el principio, no el final, de su análisis.

Lea los informes sectoriales, los informes anuales de las compañías, hable con la dirección, construya sus modelos, reafirme sus propias conclusiones, ponga a prueba nuestras suposiciones y forme las suyas propias. 

Por favor, haga su propio análisis.


Ben Carlson, CFA es Director de Gestión de Activos Institucionales de Ritholtz Wealth Management. Autor de los libros A Wealth of Common Sense: Why Simplicity Trumps Complexity in Any Investment Plan y Organizational Alpha: How to Add Value in Institutional Asset Management, en 2017, fue nombrado en la lista de asesores financieros de Investment News 40 Under 40. En A Wealth of Common Sense trata de explicar las complejidades de los diversos aspectos de las finanzas de manera que todo el mundo pueda entenderlos.


Fuente / Autor: A Wealth of Common Sense / Ben Carlson

https://awealthofcommonsense.com/2025/07/the-future-of-investment-management-is-the-paradox-of-choice/

Imagen: Winds of Change - AISES

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