La peor situación en la que un inversor puede encontrarse es un fracaso empresarial. Desafortunadamente, esto sucede. Los negocios fracasan todo el tiempo por numerosas razones.
Los inversores deben ser muy conscientes de este riesgo. Después de todo, si se invirtiera sin riesgo, los beneficios serían mucho menores. Los inversores siempre tendrán que lidiar con el riesgo de fracaso. Sin embargo, aunque es imposible eliminar este riesgo, es posible sesgar las probabilidades a su favor.
La mejor manera de hacerlo es buscar negocios fallidos y aprender de ellos. Aprenda lo que salió mal, por qué fracasaron, lo que se podría haber hecho de manera diferente y qué señales (banderas rojas) podrían haber utilizado los inversores para detectar los problemas de la empresa.
Este proceso puede ser la mejor manera de elaborar una checklist de deficiencias, que puede utilizarse repetidamente y mejorarse cuando sea necesario.
Varios factores comunes vinculan a las empresas en dificultades y a las que fracasan. En primer lugar, el asesino de negocios más prominente es la deuda. Asumir demasiadas deudas es siempre catastrófico para las corporaciones, sin importar su tamaño. Puede estrangular los flujos de efectivo y reducir la inversión. Si una empresa no está invirtiendo, puede perder clientes. Esto hace que sea más difícil pagar la deuda, y la empresa tiene que reducir los costes. Este ciclo mortal puede erosionar rápidamente las fortalezas de un negocio, alienar su base de clientes, y ponerlo en la autopista hacia el fracaso.
En segundo lugar, el exceso de confianza es una clásica bandera roja. Las compañías y los directivos pueden tener un exceso de confianza en sus habilidades y pasar por alto el entorno general. Esto puede llevar a ignorar el nuevo producto de un competidor o a pensar que la organización es más robusta de lo que es.
Las empresas pueden perder su ventaja competitiva, y de hecho la pierden, al dar por sentado su base de clientes o su línea de productos. Por otro lado, las empresas que siempre se esfuerzan por obtener un mejor rendimiento, nuevos clientes o mejores resultados tienen ventaja.
Un ejemplo clásico es Amazon frente a cualquier otro distribuidor minorista tradicional. Ninguna empresa es inmune a la competencia, a la regulación o a las malas relaciones con los empleados.
En tercer lugar, el crecimiento a cualquier coste puede ser criminal. Volviendo al ejemplo de los minoristas, en los últimos decenios, los minoristas tradicionales se han expandido rápidamente por todo el país. Sin embargo, como estamos descubriendo ahora, muchas de estas empresas se expandieron demasiado sin invertir lo suficiente para mantenerse por delante de la competencia.
See's Candy de Warren Buffett es un gran contraejemplo de esto. La compañía ha tratado de expandirse fuera de su mercado principal, pero todos los intentos fallaron. Así que, en lugar de gastar dinero en crecer, Buffett decidió mantener el negocio pequeño y reinvertir sus beneficios en otro lugar. Los resultados de esta estrategia han sido impresionantes.
El crecimiento a cualquier coste no debería ser una prerrogativa de la compañía. Supongamos que una empresa no puede obtener un rendimiento razonable del capital invertido en la expansión. En ese caso, el dinero debería utilizarse para reducir la deuda y luego devolverse a los inversores, que podrían invertir el capital en otro lugar de manera más eficaz.
Las empresas a menudo pueden fracasar después de intentar expandirse en mercados que no entienden. Siguiendo con el punto anterior, las empresas no deben buscar el crecimiento a cualquier coste, incluso en términos de adquisiciones o expansiones en nuevas áreas.
Supongamos que los directivos de la empresa no pueden obtener un rendimiento adecuado del capital reinvirtiendo en operaciones existentes o expandiéndose en el mismo sector en un mercado diferente. En la mayoría de los casos, no deben tratar de entrar en un nuevo sector. Esto puede dar lugar a los mismos problemas señalados anteriormente.
Una expansión costosa en un mercado que la empresa no comprende puede causar un daño irreparable al balance y a su reputación. La empresa debería devolver este exceso de capital a los inversores, que pueden entonces utilizarlo como consideren oportuno. Es posible que tengan experiencia en otras industrias, lo que significaría que están más capacitados para desplegar capital en estas industrias que la propia empresa.
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Rupert Hargreaves es el editor y copropietario de Hidden Value Stocks, un boletín de inversiones trimestral dirigido a inversores institucionales. Tiene calificaciones del Chartered Institute for Securities & Investment y de la CFA Society del Reino Unido.
Fuente / Autor: GuruFocus / Rupert Hargreaves
https://www.gurufocus.com/news/1218826/how-to-avoid-business-failure-thoughts-from-past-examples
Imagen: Information Age
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