La energía verde se está imponiendo en el mundo.
La tecnología ha avanzado de forma increíble en la última década. Los coches eléctricos pasaron de ser una novedad a ser algo que se ve en las carreteras todos los días. La energía solar es ahora más barata que el carbón. Las baterías se han vuelto drásticamente más baratas y eficientes.
Esta tendencia ya está aquí, y no va a frenar. Y si eso es cierto, la siguiente suposición lógica es que los combustibles fósiles están muertos.
Esa es la percepción, al menos. Pero la realidad es muy diferente.
Hoy explicaré lo que la gente está entendiendo mal sobre este cambio, y por qué la creencia en la energía verde impulsará el actual auge de los combustibles fósiles a nuevas cotas.
La energía verde ha dado saltos increíbles. Pero en lo que respecta a tomar el control todavía no hemos llegado a ese punto.
Por ejemplo, los vehículos eléctricos están ahora en todas partes, pero todavía representan sólo el 5% de las ventas en los Estados Unidos.
Dicho de otra manera, más del 95% de los coches en la carretera todavía necesitan gasolina. Y aún faltan años, incluso una década, para que se produzca una transición completa a los coches eléctricos.
Del mismo modo, aunque la energía solar se ha abaratado, está muy lejos de alimentar la red. Necesitamos una inversión de miles de millones de dólares en infraestructuras para hacerlo posible. Y la tecnología de las baterías, aunque ha mejorado, aún no ha llegado.
La percepción es que estas tendencias están una década más avanzadas de lo que realmente están. La realidad es que seguimos necesitando el petróleo y el gas, al menos durante una o dos décadas más.
Pero no sólo se fíen de mi palabra. La Agencia Internacional de la Energía predice que la demanda de petróleo alcanzará su punto máximo a mediados de 2030, y que la demanda sólo disminuirá ligeramente en 2050.
Esto ya es una poderosa ruptura de la percepción y la realidad. Es algo que podemos aprovechar como inversores. Y la oportunidad es aún mayor porque el mundo de la inversión está tomando medidas para garantizar que el petróleo y el gas que necesitamos se mantendrán a precios elevados durante los próximos años.
La forma más fácil de verlo es la historia de la poco conocida empresa de inversión Engine No. 1.
En 2020, la empresa compró acciones de ExxonMobil por valor de 40 millones de dólares. ExxonMobil es el mayor jugador en el espacio de la energía. Y con un valor de mercado de aproximadamente 400.000 millones de dólares, una inversión de 40 millones es nada.
Aun así, Engine No. 1 inició una campaña para cambiar la andadura de la empresa. Decía que la dirección de ExxonMobil "se estaba poniendo en riesgo existencial al gastar a lo grande en megaproyectos de petróleo y gas natural y no tener en cuenta la amenaza empresarial que supone la transición energética".
Engine No. 1 consiguió que varios accionistas importantes se pusieran de su lado. Y consiguió ganar varios puestos en el consejo de administración en el proceso. Ahora tiene voz y voto en el futuro de la empresa.
En pocas palabras, el mundo de la inversión le dice a Exxon que no le gusta que la empresa busque nuevas inversiones en combustibles fósiles. Todo el dinero que se ahorre en el proceso volverá a los accionistas. La compañía anunció un programa de recompra de acciones de 30.000 millones de dólares a principios de este año.
Estoy seguro de que puede ver la ironía de esto. Los inversores activistas quieren que las grandes compañías energéticas dejen de encontrar nuevo petróleo porque anhelan una realidad que simplemente no está aquí todavía. El resultado es doble.
Primero, las compañías petroleras no van a invertir para el futuro. En su lugar, devolverán toneladas de dinero a sus accionistas.
En segundo lugar, porque no están invirtiendo, y porque no están buscando más del petróleo y el gas que necesitamos, los precios tendrán que permanecer altos. Sencillamente, no podremos mantener el ritmo de la demanda que habrá durante una década o más.
Eso no es una gran noticia para los consumidores. Pero como inversores, tenemos la oportunidad de beneficiarnos de una realidad oculta: las condiciones para la subida de precios no van a desaparecer pronto.
En términos sencillos, la revolución de la energía verde garantiza que veremos un auge a largo plazo del petróleo y el gas.
Pero no se trata sólo de ExxonMobil. Esta historia se está extendiendo por toda la industria.
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Considere este y otros artículos como marcos de aprendizaje y reflexión, no son recomendaciones de inversión. Si este artículo despierta su interés en el activo, el país, la compañía o el sector que hemos mencionado, debería ser el principio, no el final, de su análisis.
Lea los informes sectoriales, los informes anuales de las compañías, hable con la dirección, construya sus modelos, reafirme sus propias conclusiones, ponga a prueba nuestras suposiciones y forme las suyas propias.
Por favor, haga su propio análisis.
Fuente / Autor: Stansberry Research / Brett Eversole
http://dailywealth.com/articles/why-green-energy-is-driving-a-hidden-fossil-fuel-boom-2/
Imagen: Campaign Asia
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