En noviembre, publicamos un artículo que demostraba por qué nunca es demasiado pronto para vender una burbuja. Como no es de extrañar, los inversores se han mostrado reacios a reducir su exposición a la burbuja, por miedo a perdérsela. En cambio, algunos han abogado por reducir la exposición a la burbuja elevando la calidad de su cartera, es decir, evitando los valores tecnológicos con las valoraciones y las expectativas de crecimiento más elevadas, y ciñéndose a los líderes consolidados del sector con fuertes flujos de caja o empresas con fuertes vientos de cola seculares. Muchos inversores intentaron adoptar un enfoque similar durante los últimos años de la década de los 90, pero desgraciadamente con poco éxito.
Estrategia 1: Comprar líderes probados. Durante la burbuja tecnológica, los mayores valores del sector tecnológico eran los considerados como ganadores establecidos con sólidos fundamentales, como Microsoft, Cisco e Intel. Las acciones de los diez mayores "líderes probados" no sólo se desplomaron una media del 84% durante el mercado bajista, si no que la mitad de ellos nunca recuperaron su máximo, mientras que los que lo hicieron tardaron una media de 15 años en hacerlo.
Estrategia 2: Comprar los ganadores de mañana. ¿Y si los inversores fueran capaces de predecir los futuros ganadores? De los diez mayores valores tecnológicos actuales, incluidos los servicios de comunicación y Amazon, los que que cotizaban en el pico de la burbuja tecnológica cayeron una media del 72% durante el mercado bajista y tardaron más de 11 años en recuperarse.
Fuente: Richard Bernstein Advisors, Bloomberg
Los activos de alta calidad de la burbuja siguen siendo activos de la burbuja.
Cuando una burbuja se pincha, todas sus partes se hunden.
De los 63 valores del sector tecnológico en el punto álgido del mercado bursátil, sólo cuatro (el 6%) fueron capaces de superar el rendimiento del S&P 500 durante el desplome del mercado (el porcentaje más bajo, con diferencia, de todos los sectores). Lo más sorprendente para los inversores es que ninguno de los cuatro que superaron el rendimiento eran líderes establecidos o futuros ganadores. De hecho, eran valores tecnológicos de mayor beta y menor capitalización que hoy están prácticamente olvidados.
Fuente: Richard Bernstein Advisors, Bloomberg
Las características defensivas ofrecen poca protección dentro de una burbuja.
Muchos inversores esperarían, comprensiblemente, que los valores con menor sensibilidad al mercado (beta), beneficios estables (baja volatilidad de los beneficios) y/o valoraciones más baratas obtuvieran mejores resultados cuando se desinfle la burbuja.
Sin embargo, hemos comprobado que, en el sector tecnológico, estas características fueron esencialmente irrelevantes para el rendimiento de los valores cuando la burbuja se desinfló.
Fuente: Richard Bernstein Advisors, Bloomberg
Nuestra conclusión sigue siendo la misma: la única forma de protegerse de una burbuja es alejarse de ella todo lo posible.
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Considere este y otros artículos como marcos de aprendizaje y reflexión, no son recomendaciones de inversión. Si este artículo despierta su interés en el activo, el país, la compañía o el sector que hemos mencionado, debería ser el principio, no el final, de su análisis.
Lea los informes sectoriales, los informes anuales de las compañías, hable con la dirección, construya sus modelos, reafirme sus propias conclusiones, ponga a prueba nuestras suposiciones y forme las suyas propias.
Por favor, haga su propio análisis.
Fuente / Autor: Richard Bernstein Advisors / Dan Suzuki
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Imagen: iStock
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