Warren Buffett dijo una vez: "La cualidad más importante para un inversor es el temperamento, no el intelecto". Esto significa que nuestra capacidad para controlar nuestras emociones a menudo determinará nuestro éxito como inversor.

En nuestra vida cotidiana, es realmente saludable experimentar una amplia gama de emociones. Sin embargo, al invertir, vale la pena mantener nuestras emociones bajo control, ya que las emociones a menudo pueden llevarnos a tomar malas decisiones, como comprar en la parte superior del mercado o vender en la parte inferior.

Entonces, ¿cuál es el ciclo de las emociones del mercado y dónde nos encontramos ahora?

Hace varias décadas, se desarrolló un gráfico que destacaba las 14 emociones que experimentará un inversor durante un ciclo completo de mercado.

Un ejemplo que destaca el "ciclo de las emociones del mercado" es la crisis financiera mundial (GFC).

El período comprendido entre 2005 y mediados de 2007 fue un período de optimismo, entusiasmo, emoción y euforia a medida que las acciones y los precios de la vivienda alcanzaron nuevos máximos.

Luego, desde mediados de 2007 hasta mediados de 2008, vimos ansiedad, negación y miedo a medida que los precios de los activos caían y las instituciones financieras colapsaban. Desde mediados de 2008 hasta principios de 2009, la desesperación, el pánico, la capitulación, el desaliento y la depresión se impusieron a medida que los precios de las acciones y las viviendas se desplomaban.

Sin embargo, desde principios de 2009, los mercados se recuperaron gradualmente y regresaron la esperanza, el alivio y el optimismo, generando enormes ganancias para quienes habían permanecido en el mercado o comprado.


La crisis financiera mundial fue un claro ejemplo del ciclo de emociones del mercado, pero ha habido muchos otros ciclos similares, incluido el ciclo de mercado de 1984-1989 que incluyó la caída del mercado de acciones de 1987. Otro ejemplo fue el ciclo de mercado de 1997 a 2004, que incluyó la caída del mercado tecnológico de 2000.

Cabe señalar que no hay dos ciclos iguales y, como decía Mark Twain, "la historia no se repite, pero muchas veces rima".


Diagrama

Descripción generada automáticamente

Fuente: InvestSmart


El gráfico anterior destaca los 14 estados emocionales clave que podemos experimentar durante un ciclo de mercado. Las 14 emociones son:

Optimismo: el ciclo comienza con optimismo y en esta etapa el mercado se mueve hacia arriba y los inversores son optimistas de que el futuro es brillante.

Emoción: Los precios de las acciones han subido, algunos hasta dos dígitos, y todo en los mercados de inversión parece positivo.

Excitación: las inversiones siguen aumentando y, sobre el papel, se han obtenido importantes beneficios.

Euforia: Los precios de las acciones ahora han aumentado extraordinariamente, y algunas acciones subieron entre 5 y 10 veces. Los inversores se vuelven seguros (es decir, demasiado confiados) de que realmente tienen lo necesario para invertir e invierten más dinero. Este es el punto de máximo riesgo financiero.

Ansiedad: Las inversiones ahora empiezan a bajar de precio. Los inversores sienten que necesitan "aguantar" para superar este obstáculo “temporal” en el camino.

Negación: Las pérdidas de las acciones se amplían y las ganancias anteriores se han erosionado. Las empresas empiezan a publicar las temidas "actualizaciones de mercado", y muchas empresas empiezan a recaudar efectivo con grandes descuentos simplemente para sobrevivir. El dolor se vuelve difícil de soportar.

Miedo: los inversores empiezan a darse cuenta de que se han cometido errores y empiezan a vender sus acciones a la baja. Se dan cuenta de que han perdido dinero, pero temen perder más.

Desesperación: los inversores venden aún más acciones con pérdidas, para trasladar lo que tienen a la seguridad del efectivo.

Pánico: las acciones siguen bajando y los inversores siguen vendiendo a un ritmo frenético.

Capitulación: Muchos inversores deciden que el mercado de acciones no es el lugar para ellos, por lo que venden todo.

Desánimo: Los inversores piensan en lo que "podría haber sido" si se hubieran vendido antes. Piensan en los duros metros que les esperan, simplemente para recuperar lo que han perdido. Sin embargo, éste suele ser el mejor momento para comprar en el mercado y ofrece la máxima oportunidad financiera.

Depresión: Nos hemos dado cuenta de la magnitud de las pérdidas. Sin embargo, esta vez puede ser un buen momento para reflexionar sobre lo que salió mal y luego empezar de nuevo con una mejor estrategia.

Esperanza: los inversores pueden empezar a invertir algo de dinero en el mercado, en acciones seguras de primera línea o ETF, centrándose en la calidad y la diversificación.

Alivio: algunas de las acciones o ETF que se han comprado comienzan a subir, lo que proporciona un efecto tranquilizador en las finanzas de los inversores a medida que comienza a notarse el alivio.

Optimismo: El optimismo regresa y el ciclo comienza de nuevo.

Lo primero que debemos recordar es que nunca podremos saber con seguridad hacia dónde se dirigirá el mercado de acciones en los próximos años. El mundo es muy complejo, con muchas partes interrelacionadas y en movimiento, y el futuro a menudo está determinado no sólo por lo que ya sabemos, sino también por acontecimientos que aún están por suceder en el futuro.

Dicho esto, parece que después de varios años de movimiento lateral, el mercado ahora es más optimista, como lo demuestran los recientes repuntes del mercado de acciones y bonos. Por lo tanto, parecemos estar en la parte del ciclo Esperanza/Alivio/Optimismo. El optimismo se ha visto impulsado por la caída de la inflación y la probabilidad de que se produzcan un par de recortes de tipos de interés más adelante en 2024, lo que debería ser positivo para las acciones y los bonos.

Sin embargo, los riesgos nunca están lejos. La guerra de Ucrania tiene un resultado incierto y las tensiones han aumentado en todo el mundo. Además, más de la mitad del mundo (incluido Estados Unidos) votará este año en las elecciones.

Los mercados de inversión suelen trepar por un muro de preocupación, y esta vez puede que no sea diferente. Por tanto, la clave es ser consciente de las oportunidades y los riesgos y establecer su estrategia de inversión en consecuencia.

También podemos prepararnos para gestionar nuestras emociones. Aquí hay algunas ideas sobre cómo hacerlo:

  1. Comprender el ciclo de las emociones del mercado. Cuanto mejor preparados estemos para las emociones del mercado, mejor podremos gestionarlas. Familiarícese con la historia del mercado de valores y tenga en cuenta que todas las caídas del mercado van seguidas de nuevos máximos.

  2. Recuerde sus objetivos a largo plazo. Nosotros recomendamos a los clientes que tengan en mente un objetivo a largo plazo. Puede ser un depósito de vivienda, unas vacaciones o una cifra concreta que quieras alcanzar en 10 años. Una meta ayuda a mantener el rumbo. Lo que nos lleva a...

  3. Promedio de coste. Invierta en el mercado a intervalos regulares. Esto le anima a comprar acciones durante todas las etapas del ciclo del mercado, incluso cuando el miedo es alto (y los precios son baratos). También elimina la emoción de intentar cronometrar el mercado.

  4. Diversifique su cartera. Una cartera diversificada ayuda a reducir el riesgo específico de las acciones y suaviza los rendimientos de las inversiones. Esto puede eliminar gran parte de la preocupación por la inversión. La cartera de InvestSMART se basa en este principio y está diversificada en acciones globales y australianas a través de ETF.

  5. Piense a largo plazo. Deberíamos estar preparados para mantener la posición durante largos períodos sin la necesidad imperiosa de mirar los precios a diario. La inversión a largo plazo deja que la magia de la capitalización haga su trabajo.


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Considere este y otros artículos como marcos de aprendizaje y reflexión, no son recomendaciones de inversión. Si este artículo despierta su interés en el activo, el país, la compañía o el sector que hemos mencionado, debería ser el principio, no el final, de su análisis.

Lea los informes sectoriales, los informes anuales de las compañías, hable con la dirección, construya sus modelos, reafirme sus propias conclusiones, ponga a prueba nuestras suposiciones y forme las suyas propias. 

Por favor, haga su propio análisis.


Fuente / Autor: InvestSmart / Philip Bish

https://www.investsmart.com.au/investment-news/mastering-your-investing-emotions/153253

Imagen: POEMS

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