Tenemos un problema que creemos tienen muchos inversores: nos encanta la macroeconomía.
Hay pocas cosas más fascinantes que tratar de predecir el ciclo económico. Queremos saber si vamos a tener una recesión o si vamos a tener un boom económico. Queremos saber si la inflación y los tipos de interés volverán a la vida. Nos gusta mirar hacia atrás en la historia y analizar los giros y vueltas y esperamos que eso pueda arrojar luz sobre lo que sucederá en el futuro.
Es un ejercicio entretenido, pero es una gran pérdida de tiempo.
El problema con nuestra obsesión macro es que ha llevado a decisiones de inversión y resultados pobres. No compramos una serie de acciones que tenían un precio atractivo en marzo porque estábamos convencidos de que los Estados Unidos se dirigían a una segunda Gran Depresión. Nos fijamos en la sobrevaloración de las acciones de mega-capitalización y la utilizamos como una razón para evitar otras acciones, con precios más atractivos, que estaban fuera de ese universo.
Estábamos completamente equivocados, al igual que muchos otros en el mercado. Al menos lo admitimos. Equivocarse fue una experiencia humillante.
Podríamos haber doblado la apuesta. No nos equivocamos, ¡la Reserva Federal sólo está agravando sus errores! No nos equivocamos, ¡el colapso simplemente se retrasó!
¿Esas respuestas parecen una explicación racional, o son un ejemplo de regateo y un intento de racionalizar un error?
En cambio, nuestra experiencia nos ha llevado a una conclusión diferente: la macroeconomía es realmente difícil y una pérdida de tiempo. Queremos tener una cartera preparada para diferentes resultados macroeconómicos, pero no vamos a apostar por el desarrollo de uno solo de ellos.
Algunos podrían decir que la predicción macroeconómica vale la pena.
La pregunta que les hago: ¿a cuántas personas puede nombrar que se hicieron ricas con sus predicciones macroeconómicas?
Si revisa la lista Forbes 400, no hay ningún macroeconomista. En otras palabras, nadie que se haya dedicado a estudiar lo que hace funcionar la economía mundial ha sido capaz de hacerse rico prediciendo ciclos económicos, divisas o tipos de interés.
El macroeconomista más famoso de la historia es John Maynard Keynes. Lo más interesante de Keynes es que comenzó a invertir tratando de predecir el ciclo económico. Trató de predecir recesiones, movimientos de divisas y los precios de los productos básicos.
A principios de los años 30, perdió el 80% de su dinero. Fracasó en su intento de predecir la macroeconomía. Esto le hizo pasar del análisis económico top-down a un enfoque en la inversión de valor: la compra de empresas individuales con un descuento a su valor intrínseco.
Si Keynes no puede hacerlo, ¿qué le hace pensar que usted puede?
Dentro de la lista Forbes 400, sólo hay dos personas que han utilizado las predicciones macroeconómicas para hacer dinero de forma consistente: George Soros y Ray Dalio.
De esos dos individuos, también es importante destacar que no apuestan todo a un solo resultado, y frecuentemente se equivocan.
Dalio predijo con éxito la crisis financiera de 2007-09, pero también ha estado diciendo que estamos en una situación similar a la de 1937 durante la mayor parte de la última década. El declive del mercado al estilo de 1937 nunca se ha materializado. También proclamó que "el efectivo es basura" a principios de 2020, poco antes de la caída del COVID-19, cuando muchos hubiesen querido tener más efectivo en su cartera.
Dalio no es el único que puede equivocarse con la macro.
Hay muchos otros gurús que se equivocaron.
Esta es una predicción macro de Seth Klarman:
"Al mantener los tipos de interés en cero, el gobierno está básicamente engañando a la población para que se ponga largo de casi todo tipo de acción excepto el dinero en efectivo, al precio de casi seguro no obtener un retorno adecuado por los riesgos que están corriendo. La gente no puede soportar ganar un 0% de su dinero, por lo que el gobierno está obligando a todos los inversionistas a especular."
Esto no es de abril de 2020. Es de mayo de 2010. Si hubiese invertido 10.000 dólares el día que se hizo esta predicción, ahora tendría 35.000 dólares. Klarman se equivocó.
También vale la pena señalar que Klarman no es rico debido a las predicciones macro: es rico porque astutamente compra activos cuando tienen un fuerte descuento sobre su estimación del valor intrínseco, siendo bastante hábil en el cálculo.
George Soros es famoso por una apuesta exitosa contra la libra esterlina en 1992. Se ha convertido en multimillonario haciendo apuestas macro de gran tamaño. Pero no es infalible.
En 1987, argumentó que la dependencia del mundo del dólar conduciría a: "confusión financiera, políticas de "empobrecer al vecino" que llevarían a una depresión mundial y tal vez incluso a la guerra."
No sucedió.
En 1998, hizo predicciones similares en su libro "La crisis del capitalismo mundial" y esas predicciones no se materializaron.
Si Soros se equivoca con frecuencia, entonces ¿cómo es que tiene éxito como trader macro?
La cosa es: es un trader y reconoce los errores y corrige las posiciones cuando se equivoca. Nunca apuesta todo en una sola predicción. Soros hace muchas apuestas y nunca apuesta todo a un solo resultado. Es flexible y se moverá de las posiciones cuando se equivoque. El mismo Soros ha dicho: "sólo soy rico porque sé cuándo me equivoco."
En 2010, gente importante del mundo financiero escribieron una carta en el Wall Street Journal implorando a la Reserva Federal a que detuviera su programa de quantitative easing. En sus palabras, creían que el QU arriesgaría "la degradación de la moneda y la inflación".
¡Estaban equivocados! La realidad es que 2010 fue testigo de una de las inflaciones más bajas registradas. El dólar americano se fortaleció después del QE.
Por supuesto, los eternos bajistas y los críticos de la Reserva Federal se burlarán de esto. Dirán que, si se mide la inflación con sus propias medidas, la inflación es más alta que la oficial.
Otro argumento es que la inflación no se ha producido a través de los aumentos reales de los precios de los bienes, todo el auge del mercado de valores de los últimos 10 años ha sido inflacionario.
Otro argumento sería que la única razón por la que el dólar se ha fortalecido es porque otros bancos centrales han aumentado su "impresión de dinero" más que el resto.
¿Le suena esto como un razonamiento sólido, o le suena como un regateo y un intento de racionalizar una predicción que estaba equivocada?
Nunca parecen considerar la posibilidad de que simplemente se equivocaron. ¿Qué es más probable? ¿Que se hayan equivocado hace 10 años, o que las estadísticas del gobierno sean mentiras y que la degradación se haya producido de todos modos?
En cuanto al "no afectó a los precios de los bienes, sólo a los activos", bueno, si toda esta "impresión de dinero" iba a causar la inflación de los activos, entonces ¿por qué esta gente no compró activos financieros? ¿Por qué no fueron capaces de predecir que causaría una década de mercado alcista y posicionarse con éxito para ello?
La retrospectiva es un 10 sobre 10. A nadie le gusta admitir que están equivocados, así que inventan excusas en lugar de afrontar la posibilidad de que simplemente se hayan equivocado.
La realidad es esta: nadie puede predecir la macroeconomía. Las dos personas en la lista Forbes 400 que fueron capaces de predecir la macroeconomía son propensas al error. Cuando cometen errores, se confiesan y corrigen rápidamente su posición. Este es un agudo contraste con los gurús de la macro que encontrará en Twitter.
Si no hay ningún macroeconomista rico, si no hay ningún financiero rico que lo haya hecho prediciendo la macroeconomía, si las dos únicas personas que se hicieron ricas con la macro cometen errores, ¿qué le hace pensar que puede hacerlo? ¿Qué le hace pensar que su gurú favorito de Twitter puede hacerlo?
Hay muchos gurús en el mundo financiero. Hacen sus proclamaciones en Twitter, en podcasts o en la televisión. Venden libros que proclaman sus predicciones. Exudan una confianza total.
Nuestra pregunta es simple: si pueden predecir lo que va a suceder, entonces ¿por qué no son ya ricos por ello? ¿Qué los hace mejores que George Soros, Ray Dalio o John Maynard Keynes?
Esta es la realidad que desearíamos haber absorbido antes. Suponemos que es algo que tuvimos que aprender a través de la experiencia.
La realidad es que nadie sabe lo que va a pasar.
La mayoría de la gente que proclama con confianza las predicciones financieras está vendiendo algo. Siempre se aproximan a sus predicciones a través de ese prisma. ¿Qué están vendiendo? ¿Cómo se relacionan sus proclamaciones con lo que están vendiendo?
Están intentando vender libros. Quieren mayores índices de audiencia en los podcasts. Quieren que se suscriba a sus videos o vender publicidad.
Decir algo como: "Ten una cartera equilibrada preparada para diferentes resultados" no genera clics ni anunciantes. Proclamar nuestra inminente perdición sí genera anuncios y clics.
Tienen una agenda y es importante que sea consciente antes de consumir ese contenido.
Esto no significa que la macroeconomía sea una total pérdida de tiempo o que deba ser ignorada. Simplemente creemos que es una locura imaginar que cualquiera de nosotros puede predecir el próximo giro en las divisas, la inflación, los tipos de interés o el ciclo económico.
Tiene sentido imaginar cómo reaccionaría una cartera en diferentes situaciones. Debería haber un plan para diferentes resultados. Creemos que tiene sentido mantener una cartera diversificada de activos que dará un rendimiento en diferentes entornos macro.
Esto es lo que Harry Browne trató de hacer con la "Cartera Permanente", que es una mejor plantilla para pensar en estos asuntos que tratar de encontrar al gurú con la bola de cristal adecuada. La Cartera Permanente está preparada para diferentes resultados macroeconómicos.
La clave es reconocer que la predicción macroeconómica es muy difícil y probablemente una pérdida de tiempo.
Si bien tiene sentido tener planes para diferentes resultados, no tiene sentido pensar que realmente puede predecir los giros y vueltas del paisaje macroeconómico. La predicción es una tarea de tontos y somos tontos por intentarlo. Fuimos tontos por intentar hacer esto. Al menos lo reconocemos.
¿Tendrán los bajistas eventualmente razón y tendremos inflación? Tenemos algo de oro en caso de que eso suceda. ¿Tendremos otra caída deflacionaria? Somos dueños de bonos del Tesoro a largo plazo si eso sucede. Tenemos algo de efectivo en un fondo de emergencia. ¿Serán reemplazados los EE.UU. como superpotencia? Tenemos activos en otros países en caso de que ocurra.
¿Se derrumbará la civilización? Si es así, entonces no importará cómo esté posicionada una cartera de todas formas. Las armas y los productos enlatados tendrán más valor que las barras de oro, las apuestas en el S&P 500, o el Bitcoin. (¡también tenemos armas y productos enlatados, porque somos un poco paranoicos!).
Si se encuentra totalmente absorto en una sola tesis macroeconómica, le advertimos fuertemente contra ella. Los grandes nombres de las finanzas frecuentemente fallan en ese juego. No hay ningún macroeconomista rico.
Tenga cuidado ahí fuera y desconfíe de los gurús que hacen predicciones.
Artículos relacionados:
Ser humilde es mejor que tener razón
Considere este y otros artículos como marcos de aprendizaje y reflexión, no son recomendaciones de inversión. Si este artículo despierta su interés en el activo, el país, la compañía o el sector que hemos mencionado, debería ser el principio, no el final, de su análisis.
Lea los informes sectoriales, los informes anuales de las compañías, hable con la dirección, construya sus modelos, reafirme sus propias conclusiones, ponga a prueba nuestras suposiciones y forme las suyas propias.
Por favor, haga su propio análisis.
Fuente: Value Stock Geek
https://valuestockgeek.com/2020/11/19/beware-of-gurus-peddling-predictions/
Imagen: Real Money
Deja un comentario
Tu email no será publicado. Los campos requeridos están marcados con **