Hay muchas situaciones en las que los inversores encuentran útil el uso de modelos. Por "modelo" nos referimos a una construcción cuantitativa (como una hoja de cálculo de valoración utilizada para estimar el valor actual neto de los futuros flujos de caja de una empresa) o a un modelo mental (es decir, un conjunto de heurísticas y atajos utilizados para llegar rápidamente a una conclusión sobre una oportunidad de inversión). Pero, aunque son útiles, los inversores deben utilizarlos con cuidado.
Hay un chiste entre los científicos e ingenieros que dice algo así: Un ávido jugador se acerca a su amigo físico y le pide que prediga el resultado de una carrera de caballos usando sus conocimientos de mecánica y gravedad. El físico regresa con una clasificación de lo bien que debe hacerlo cada caballo. El apostador sale y apuesta al caballo número uno, y se decepciona cuando pierde por un amplio margen. Cuando se encuentra a su amigo físico, este último responde, "bueno, mis cálculos fueron exactos si se asume que el caballo es una esfera perfecta en el vacío".
Este (muy viejo) chiste ilustra un problema clave con el uso de modelos, que es que incluso los mejores son sólo aproximaciones de la realidad, y que la excesiva confianza en ellos puede significar un desastre, ya que está apostando la casa por el caballo perfectamente esférico. Aunque esta broma pueda parecer estúpida, podemos ver cómo la misma lógica se aplica generalmente al uso de modelos.
Las empresas no son esferas perfectas en el vacío. Son operaciones complejas con muchas partes móviles tanto internas como externas. Por ejemplo, se puede tener una hoja de cálculo detallada que prevea que los beneficios de una empresa de transporte crezcan un 5% constante cada año, pero no se tienen en cuenta los factores extrínsecos que dan al traste con estas suposiciones (aumento del precio de la gasolina, disminución de la demanda de fletes, bloqueo mundial inducido por una pandemia, etc.).
Así que cualquier modelo sólo será una aproximación aproximada de la realidad. El peligro surge cuando uno olvida este simple hecho, lo que ocurre mucho más a menudo de lo que se podría pensar. Como humanos, damos mucha importancia a la certeza, por lo que es muy tentador aceptar cualquier construcción que la ofrezca, por muy imprecisa que resulte ser.
El matrimonio entre el ingenio humano y nuestras cada vez más capaces computadoras sólo ha agravado el problema de "confundir el mapa con el territorio". Se ha vuelto muy fácil crear modelos muy complejos y detallados que adormecen al usuario en una falsa sensación de seguridad y seducen a los usuarios a creerlos implícitamente, así que recuerde siempre aplicar su propia prueba de "sentido común" a cualquier resultado que obtenga de un modelo financiero.
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Stepan Lavrouk es un escritor financiero con experiencia en análisis de valores y trading macro. Sus intereses específicos de inversión incluyen la energía, el análisis geoeconómico y la biotecnología. Tiene una licenciatura en ciencias del Trinity College de Dublín.
Fuente / Autor: GuruFocus / Stepan Lavrouk
https://www.gurufocus.com/news/1242645/the-value-investors-handbook-beware-of-overly-specific-models
Imagen: Groupon
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