"En invierno llevamos una vida más interior. Nuestros corazones son cálidos y alegres, como las cabañas bajo la tormenta, cuyas ventanas y puertas están medio escondidas, pero de cuyas chimeneas asciende alegremente el humo."

Henry David Thoreau

El invierno invita a la reflexión. Cuando miramos hacia atrás en el año, estamos seguros de que no somos los únicos que piensan que el 2020 no se parece a nada que hayamos experimentado antes. Pero en el mercado de valores, al menos, tenemos una cierta sensación de déjà vu.

En medio de la limpieza de una parte de la oficina, algo que debemos hacer de vez en cuando o arriesgarnos a ser enterrados por los libros y el papel, encontramos una pila de viejas revistas que demuestran mi punto.

Esta revista se llamaba Technology Investor y debutó, no nos lo estamos inventando, en marzo de 2000. Como sabrán, ese fue el pico de la gran burbuja tecnológica. La revista tenía una portada llamativa, como pueden ver.


Fuente: Woodlock House Family Capital


El Nasdaq alcanzó su máximo el 10 de marzo de 2000. Fue un viernes. Y el cierre fue de 5.048,62. Entonces terminó la fiesta. El NASDAQ no tocó fondo hasta octubre de 2002, después de perder el 78% de su valor.

Guardamos esta revista porque pensamos que era una campana que sonaba en la cima del mercado. Y de hecho así fue. Por cierto, no escribimos para burlarnos de los editores. Todos los que están en este negocio durante un largo tiempo se equivocan en muchas cosas. Escribimos para hacer demostrar cómo los mercados se pueden volver en contra de sus favoritos, de manera implacable y sin advertencia.

Hojear esta revista veinte años después nos trae recuerdos. También es, por momentos, divertida, triste e inspiradora.

Por ejemplo, hay una historia sobre la radio por satélite con una especie de calidad de "gee whiz", una tecnología que todo el mundo da por sentado hoy en día. "Lo mejor desde la televisión por cable. ¿No puede conseguir música country en la ciudad de Nueva York? La radio satelital te permitirá elegir entre música moderna, clásica o country, las 24 horas del día sin anuncios." En aquel entonces, había dos compañías que se dedicaban a ello: XM Satellite Radio y Sirius Radio. Aún eran compañías separadas. 

La revista también publicó algunas carteras modelo de acciones. El debut de su "Core Portfolio" consistió en "líderes con una excelente gestión" "grandes productos" y "visión". Incluyeron a empresas como Applied Materials (183% de subida en los 12 meses anteriores), Nortel (291%), Oracle (254%), Sun Microsystems (246%) y Qualcomm (1.788%). 

De la docena de nombres publicados, creemos que tal vez 3-4 funcionaron. Microsoft (que subió "sólo" un 67% en los 12 meses anteriores), Texas Instruments (un 149%) y Qualcomm están muy por encima de sus picos de 2000. Esta es una anécdota reveladora por sí misma. Podría haber comprado Microsoft a su precio más alto en el 2000 y aun así estar más de 3 veces arriba hoy día. No es increíble, pero al menos no perdió dinero. Y podría haber comprado después de la caída. El viaje fue duro, sin embargo, ya que tuvo que esperar 16 años para volver a ese máximo. Es difícil imaginar que algún inversor se aferrara a las acciones ante todo eso.

A la mayoría de nombres no les fue nada bien. Un par se convirtieron en ceros o casi ceros. Nortel, por ejemplo, quebró. ¿Y alguien recuerda a Lucent? Varios todavía no han superado sus picos del año 2000 (Intel) incluso 20 años después. Y esta era la cartera principal. Las carteras más agresivas incluían nombres que habíamos olvidado hace tiempo: ¿Marimba? ¿Orckit? ¿Zoran? ¿Ariba?, pero en aquel entonces se pensaba que eran potenciales campeones mundiales. 

Ariba tuvo ventas de 62 millones de dólares con una pérdida neta de 37 millones de dólares y una capitalización de mercado de 25.600 millones de dólares. Un múltiplo de casi 413 veces las ventas.

Los rendimientos de estos nombres en los 12 meses anteriores a esa edición son impresionantes. Rendimientos del 600%, 700%, incluso el 1.000% no fueron poco comunes. Muchas de estas compañías no ganaban dinero. Y varias no tenían ingresos. ¿Le recuerda a algo hoy en día?

De todos modos, no sólo nos quedamos con el primer número de Technology Investor, sino con todos. En el segundo número, los editores ya se estaban dando palmaditas en la espalda con respecto a sus selección de carteras. Y por qué no, los resultados fueron impresionantes. 

Harry Newton, el editor jefe, escribió en su columna que estaba "conmocionado". Tres de sus carteras modelo subieron "más del 200% en rendimiento anualizado". La mejor subió un 268%. Estos tipos no podían fallar. "Irreal", escribió Newton. Tenía razón. 

La revista publicó 11 números en total. Por cualquier razón, no vivió para ver el suelo. El último número es de enero de 2001. El tono del último número es bastante diferente al del primero. Newton, en su columna, se muestra circunspecto sobre el entorno: "La cordura vuelve a la tecnología". 

Ofrece algunas lecciones, que no están mal. La mejor puede ser ésta: "Internet creó inmensas oportunidades. Pero sólo un puñado de ellas se han convertido en empresas multimillonarias. Una vez hubo 3.300 fabricantes de automóviles en los EE.UU. Todas las burbujas explotan".

Esa es, creemos, la principal lección de todo esto. La cordura regresa. Cuando estás en una burbuja, es difícil de ver. Todas esas compañías tecnológicas que parecían tan maravillosas en el 2000 tenían grandes emprendedores, gran visión y muchos modelos y datos que apoyaban un camino hacia el éxito. La gente que escribió Technology Investor no era tonta, acertaron en algunas grandes tendencias, lo cual es la parte inspiradora. Eran personas, como nosotros, que se dejaron atrapar por la mayor fiesta de los tiempos.

Hoy en día, la tecnología (ampliamente reconocida) de nuevo es la gran fiesta de la ciudad. La gente ha hecho grandes ganancias en acciones como Nio, que ha multiplicado por más de 10 desde mayo de este año. Nos preocupamos un poco cuando vemos a la gente twittear sus carteras para enseñar cuánto han subido este año y están llenas de nombres "tecnológicos" especulativos que han registrado enormes ganancias. Y algunas de estas carteras tienen exposiciones masivas a un nombre, como el 20%, 30%. ¿Cuántos de estos serán los Marimbas y Aribas y Orckits y Zorans de mañana? 

No lo sabemos. La profecía es un negocio peligroso. No todas las favoritas de la tecnología de hoy serán desastres, por supuesto, como en el año 2000 no lo fueron. Hay algunos negocios tecnológicos maravillosos hoy en día. ¿Quién no querría ser dueño de, digamos, Atlassian? Qué negocio. ¿Pero será una buena inversión al precio actual? Tal vez. Pero parece que un montón de cosas tienen que ir bien durante mucho, mucho tiempo. 

Invertir no es fácil. Cuando invertir parece fácil, puede ser el momento de preocuparse. Por lo menos, mantenga sentido de la humildad y trate de mantener la perspectiva. Con ese espíritu, ofrecemos estas reflexiones. 


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Considere este y otros artículos como marcos de aprendizaje y reflexión, no son recomendaciones de inversión. Si este artículo despierta su interés en el activo, el país, la compañía o el sector que hemos mencionado, debería ser el principio, no el final, de su análisis.

Lea los informes sectoriales, los informes anuales de las compañías, hable con la dirección, construya sus modelos, reafirme sus propias conclusiones, ponga a prueba nuestras suposiciones y forme las suyas propias. 

Por favor, haga su propio análisis.



Chris Mayer es el gestor del Woodlock House Family Capital Fund y co-fundador de la firma. Después de 10 años, en 2004 dejó la banca y escribió newsletters durante 15 años, donde consiguió una consistente rentabilidad para su cartera. En octubre de 2018 funda su compañía con la intención de invertir su patrimonio familiar sin entregarlo a Wall Street y a la gente que no se juega la piel.



Fuente / Autor: Woodlock House Family Capital / Chris Mayer

https://www.woodlockhousefamilycapital.com/post/a-tale-of-bubbles-past

Imagen: Forbes

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